(* Borgo Tossignano, 860 – † Roma, mayo de 928).
Papa nº 122 de la Iglesia católica de 914 a 928.
Papa romano elegido en el año 914 como sucesor de Landón, por la poderosa influencia de Teodora, hermana de Marozia, de quien era amante, y que ya le había hecho obtener el obispado de Bolonia y el arzobispado de Rávena. A pesar de este origen impuro, su pontificado fue provechoso para la Iglesia e Italia.
Reunió a los príncipes de Italia contra los sarracenos y obtuvo contra ellos una victoria a orillas del Garellano. Fue encerrado en un calabozo por orden de Marozia y de su marido, Guido, duque de Toscana, que se cree le hicieron matar en la prisión. Ocupó el solio pontificio hasta el año 928. Su sucesor fue León VI.
Cuarto papa del periodo conocido como "pornocracia", fue elegido al igual que sus predecesores gracias al apoyo e influencia del senador romano Teofilacto I, su esposa Teodora y la hija de ambos Marozia.
Tras completar el diaconado en Bolonia fue fiscal del arzobispo de Rávena para, en 905, ser nombrado por el papa Sergio III obispo de Bolonia y arzobispo de Rávena hasta que gracias a sus mentores fue nombrado pontífice.
A pesar del apoyo de la aristocracia romana en su elección, no cabe catalogar a Juan X como un pontífice títere ya que hizo valer su poder sobre la nobleza.
Su pontificado se inicia con el agravamiento de los ataques sarracenos a las costas italianas desde sus bases en Sicilia. Para poner fin a los mismos logra una coalición de los distintos príncipes italianos, entre los cuales figuran el marido de Marozia Alberico I, Landulfo de Benevento y el rey de Italia Berenguer I, que es atraído a la causa mediante su coronación, en 915, como emperador del Sacro Imperio.
En 915, un papa se pone por primera vez en la historia al frente de un ejército, junto a Alberico I1 logrando en la Batalla de Garigliano2 la derrota definitiva de los sarracenos.3
En 924 Berenguer I es asesinado, será el último emperador del Sacro Imperio descendiente de Carlomagno. El cargo de emperador quedará vacante hasta que en 962 lo ocupe Otón I.
La muerte de Berenguer dejó también vacante el trono de Italia. El papa Juan X decidió apoyar como sucesor a Hugo de Provenza lo que le supuso enfrentarse con Marozia, quien ordenó a su segundo marido Guido de Toscana dirigirse a Roma al frente de un ejército, deponer al Papa y encarcelarlo.
Juan X falleció en prisión en mayo de 928, probablemente asfixiado con una almohada.
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Bibliografía
Mann, Horace K., The Lives of the Popes in the Early Middle Ages, Vol. IV: The Popes in the Days of Feudal Anarchy, 891-999 (1910)