San Ponciano (230-235)



San Ponciano: Roma; Julio 21, 230 - Septiembre 28, 235). Nació en Roma. Elegido el 21-VIII-230, murió el 28-IX-235. Ordenó el canto de los Salmos y la recitación del confiteor Deo antes de morir y el uso del saludo Dominus vobiscum. Deportado y condenado a las minas en Serdeña. Murió de sufrimientos en la isla de Tavolara.

S. PONCIANO (230-235) Nació en Roma. Durante su pontificado la Iglesia sufrió algunas persecuciones, ordenadas por los emperadores Alejandro Severo y Maximino el Tracio. El mismo fue víctima. Ponciano fue deportado a Cerdeña y fue sometido a una vida muy dura.

Parece ser que antes de morir renunciara al pontificado, para permitir a la Iglesia elegir a otro pastor que estuviese presente en Roma. Pero la noticia no es cierta. Murió de penuria y de sufrimiento y por ésto la Iglesia le considera mártir. Su cuerpo descansa en la iglesia romana de S. Práxedes.
Confirmó la condena pronunciada por Demetrio de Alejandría de algunos textos de Orígenes que llevaban directamente a la herejía gnóstica. Ordenó el canto de los salmos en las iglesias; prescribió rezar el Confiteor antes de la misa y recomendó esta práctica también a los moribundos.

A su época se puede remontar con seguridad el uso de la fórmula "Dominus vobiscum".

Por mandato del emperador Alejandro fue desterrado a Cerdeña, juntamente con el presbítero Hipólito; y allí azotado con manojos de varas hasta expirar, alcanzó la gloria del martirio. El Papa Fabián hizo trasladar su cuerpo a Roma y lo depositó en el Cementerio de Calixto. Se ha dicho ya en otra ocasión que si bien es verdad que bajo el Imperio de Alejandro fue favorecido por la corte el culto cristiano, y no perseguido, con todo, muchos magistrados siendo enemigos terribles del cristianismo, hacían todo el daño que podían a los fieles sin saberlo el Emperador, aunque obraban en su nombre.

El calendario Liberiano dice que San Ponciano ocupó la cátedra cinco años desde la muerte de San Urbano I, el año 230, gozando entonces la Iglesia de la paz que le concedió Alejandro Severo, pero Maximiano, que se abrió la puerta al trono con el asesinato del emperador Alejandro, en mayo del año 235, principió su reinado levantando una cruel persecución. Y éste bárbaro fue a lo que parece, y no Alejandro, el que desterró a San Ponciano a la isla de Cerdeña, donde murió el mismo año, si no al rigor del cuchillo, al furor a los menos de las incomodidades y penas de su destierro.