VIRGEN APOCALIPTICA ALADA
La huída de la mujer atacada por el dragón, que con su cola arrastra a la tercera parte de las estrellas del cielo: "Y cuando el dragón vio que había sido derribado en tierra, persiguió a la mujer que parió el hijo varón. Y fueron dadas a la mujer dos alas de grande águila, para que volase al desierto, a su lugar... Y la serpiente lanzó de su boca, en pos de la mujer, agua como un río, con el fin de que fuese arrebatada de la corriente". El arte cristiano dio también a la Virgen estas dos alas. Esta mujer apocalíptica es identificada todavía con la Madre de Dios, en su gesto típicamente español de Inmaculada. El dragón es normalmente representado como una serpiente
LA IMAGEN MAS ANTIGUA QUE REPRESENTA A LA VIRGEN
En el arte español la imagen más antigua de la Virgen que encontramos al margen de la historia es precisamente la imagen de la llamada Virgen preexistente. La Virgen apocalíptica, según la encontramos en los Beatos, es una copia más o menos alterada de una imagen anterior al segundo milenio. Lleva ya una tradición de tres o cuatro siglos, lo que equivale a decir que proviene de una época en que el florenciente arte bizantino hizo el enorme esfuerzo de improvisar una iconografía cristiana casi del todo nueva. Importa, por lo tanto, destacar su antigüedad. Esta imagen es una transcripción plástica de la que describe San Juan en el Apocalipsis. Dice así: "Y apareció en el cielo una gran señal: una mujer cubierta de sol, y la luna debajo de sus pies, y en su cabeza una corona de doce estrellas". Los autores eclesiásticos identifican a esa mujer como una personificación de María, o bien como representación de la comunidad de los fieles, o las dos cosas a la vez. En el fondo, viene a ser lo mismo, porque podemos considerar la Hijo de María como el Cristo personal e histórico, o como el Cristo místico, que es la Iglesia. Así que esta mujer es una madre alegórica.
LA VIRGEN SIBILINA
Al lado de la Virgen apocalíptica o preexistente hay que colocar la Virgen Sibilina, en relación con la supuesta profecía de la sibila Tiburtina.
Las sibilas son consideradas como los profetas del paganismo, y sus vaticinios como complemento de las profecías del Antiguo Testamento. Las sibilas hacen su aparición en el arte cristiano durante los siglos XI y XII. En Occidente, la que se hizo más famosa fue la sibila Tiburtina, debido a una tradición muy popular en Roma. He aquí como la presenta La leyenda dorada:
"El Senado, con el fin de premiar al emperador Octavio por haber dado la paz al mundo, quiso adorarlo como un dios. Mas el prudente emperador, sabiéndose mortal, no quiso pavonearse con el título de inmortal sin antes haber preguntado a la sibila si el mundo vería nacer algún día un hombre más grande que él. Estando, el día de Navidad, la sibila a solas con el emperador, he aquí que vio aparecer, en la mitad del día, un círculo de oro alrededor del sol, y en el centro del círculo había una Virgen de maravillosa belleza, llevando un Niño en su seno. La sibila mostró este prodigio a César, y se oyó una voz que decía: Esta es el altar del cielo (ara coeli). Y la sibila dijo: Este Niño será más grande que tú".
Este episodio legendario tuvo una consagración semilitúrgica, puesto que en el famoso Pesebre de Ara Coeli se cantaba la siguiente antífona: Aquí dentro de un círculo estrellado, un día, gracias al oráculo de la sibila, te vio el rey en el cielo.
No es de extrañar que esta escena haya sido frecuentemente representada por el arte cristiano.